Arquitectura Passivhaus

De la mano de Nuestros clientes, evaluamos Todas los alternativas, informamos y decidimos conjuntamente cuál es la Mejor Solución para construir cada edificio. Y todo lo hacemos Realidad a un precio justo, ha que creemos firmemente que un buen diseño olla ahorrar costes directos de ejecución, un gran ahorro energético y edificios restaurados o espacios sostenibles y más saludables.

La Directiva Europea 2018/844 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, así como la nueva revisión del Código Técnico de la Edificación (CTE) exigirá que más allá de diciembre de 2020 Todos los edificios restaurados nuevos tengan un consumo de energía casi nulo (Edificios NZEB - Nearly cero energy building).

Actualmente y desde hace tiempo, trabajamos en edificios que cumplen sobradamente este estándar de calidad. Por eso ahora construimos de manera eficiente edificios con los sistemas tradicionales o por el contrario con arquitectura prefabricada (paneles CLT, estructuras de entramado de madera, cubiertas ligeras, steelframe, etc.).

El concepto de edificio pasivo (passivhaus o también conocidos como Passive House en los países anglosajones) se desarrolló en Alemania en la década de los 80 y constituye una evolución de las casas de bajo consumo energético. Debido a la excelente calidad térmica de los materiales de cierre del edificio (paredes, ventanas y puertas), el uso de las fuentes de calor internas (de la insolación natural y de fondos procedentes de los dispositivos eléctricos que normalmente se utilizan en los hogares) y en la minimización de las pérdidas de ventilación con un sistema controlado con recuperación de calor, la vivienda pasivo no necesita los mecanismos de refrigeración ni calefacción convencionales. De hecho, en algunos casos en climas más benignos, no necesita ningún tipo de sistema de calefacción o refrigeración. En este caso, podemos hablar de una casa pasiva, que no tiene ningún sistema de generación de climatización.

Para reducir el exceso de calor propio del verano, se debe planear el uso de la ventilación natural por la noche y la creación de zonas de sombra que protejan del sobrecalentamiento que puede producir la radiación solar.

La demanda de calefacción es inferior a 15 kWh / m² al año, lo que se traduce en una reducción de más del 90% de la demanda media de energía; con el ahorro económico que supone y el beneficio ambiental que representa.

En cada proyecto se evalúa la solución concreta más apropiada, ya que no es lo mismo construir una casa cerca de la playa, que hacerlo en un pueblo de montaña. Las circunstancias climatológicas de cada emplazamiento determinarán muchas de las características constructivas y de las instalaciones, sobre todo de climatización. Cerca de la playa o en zonas templadas, usaremos el estándar passivhaus para el clima mediterráneo. En circunstancias climatológicas más severas como se da en la alta montaña de Pirineos, emplearemos un refuerzo para la climatización como puede ser la aerotermia o la biomasa (en forma de chimenea certificada para casa pasiva). También se controla el grado de humedad interior, para evitar completamente cualquier hongo y mohos, con la mejora para la salud que representa un espacio filtrado y libre de cualquier agente nocivo en suspensión en el interior de la vivienda. Al fin, el desarrollo de cada proyecto nos lleva a la mejor de las soluciones que se traslada a los clientes, que son los que finalmente deciden.

Las principales características de los edificios pasivos que proyectamos son las siguientes:

Diseño bioclimático

Es fundamental un buen diseño bioclimático del edificio. Una casa pasiva bien diseñada tendrá temperaturas agradables constantes en el interior durante todo el año y hará un buen uso de la luz natural, requerirá menos energía para calentar, enfriar e iluminar que una casa convencional.

Igualmente, utilizaremos todas las herramientas de que disponemos para ir un paso más allá: la plantación de árboles de hoja caduca, la utilización de plantas trepadoras, pérgolas, protecciones solares, etc. Utilizaremos todos los recursos actuales y aprendidos de la arquitectura tradicional (sobre todo de la dilatada experiencia en la rehabilitación de Masías que ya de por si son edificios autosuficientes y bioclimáticos), para aplicarlos a la arquitectura que proponemos: bioclimática, sostenible y social en procuró equiparar los costes en la construcción de obra más extendida o "tradicional".

Aislamiento térmico de la envolvente

Con un espesor de aislamiento térmico muy superior al utilizado normalmente, las passivhaus sufren una pérdida térmica muy limitada. Las necesidades de calefacción y refrigeración se reducen mucho o son casi nulas.

Muy importante para nosotros el tema de utilizar aislamientos ecológicos estudiados para cada solución constructiva en concreto. Así, minimizaremos los costes de construcción obteniendo el máximo rendimiento. Para ello, contamos con colaboradores especializados que nos asesoran en cada proyecto.

Hay que estudiar la situación de las puertas y ventanas, ya que no tienen que ser un punto débil de pérdidas de calor o frío. Instalando una carpintería de gran calidad, estudiando los elementos fijos y practicables y su disposición en cada fachada, resolvemos este problema. Como punto positivo, un buen diseño de estos elementos nos permitirán disponer de una buena ventilación cruzada y un refrescamiento de la casa en las noches de verano.

Ausencia de puentes térmicos

Hay que tener especial cuidado con los puentes térmicos, que son una entrada de frío o calor no controlada. Un cuidadoso estudio y la posterior puesta en obra nos permitirá eliminarlos.

Al suprimir los puentes térmicos y con la ayuda de la ventilación desaparecen las patologías habituales de los edificios de construcción tradicional como las humedades, condensaciones y hongos (especialmente críticos en las personas alérgicas y con mayor sensibilidad).

Hermeticidad al aire

Habitualmente en las viviendas se producen corrientes de aire a través de carpinterías, ocasionadas generalmente por una mala resolución de puentes térmicos que provoca condensaciones en el interior con el consiguiente perjuicio a los residentes.

Una vivienda Passivhaus debe ser hermético al paso del aire. Esta hermeticidad se mide con un ensayo denominado Blower Door que consiste en crear un diferencial de presión entre el interior y el exterior de la vivienda colocando un ventilador en una de las aberturas al exterior.

Este ensayo es uno de los requisitos para conseguir el certificado de edificio pasivo y su resultado debe ser inferior a 0,6 renovaciones de aire a la hora para edificios de nueva planta.

Instalaciones

Quizás, este sea el elemento más diferenciador del resto de edificaciones. Todas las características anteriores son meramente pasivas. Las instalaciones son el elemento activo de la casa que con su trabajo nos proporciona el bienestar final.

Las casas pasivas o passivhaus disponen de un sistema de ventilación mecánica con recuperador de calor (VMC) que, en primer lugar filtra el aire del interior de la casa mediante el intercambiador de calor nos proporciona una renovación constante de la aire interior manteniendo una temperatura constante y adecuada en el interior de la casa. Este sistema además filtra el aire para que sea adecuado, eliminando la polución y otros agentes atmosféricos negativos.

A veces, se requiere sistemas de refuerzo. Estos suelen proceder de la biomasa mediante estufas o termoestufas de leña o pellets o, de la aerotermia. Ocasionalmente se conectan suelo radiante que trabaja a baja temperatura y, por tanto, nos proporciona un mayor rendimiento.

El tema de las placas fotovoltaicas también es muy interesante, ya que nos ofrecen la posibilidad de no requerir conexión a la fuente eléctrica tradicional procedente de las compañías. Por tanto, no sería indispensable estar conectado a la red sino que podríamos funcionar de manera autosuficiente.

También hay otros elementos a tener en cuenta en grandes instalaciones, como podrían ser la geotermia, el abastecimiento de agua mediante pozo de prospección, la resolución del saneamiento con una depuradora ecológica, entre muchos otros.

Los edificios pasivos disponen de un sistema de ventilación mecánica controlada (VMC) de alta eficiencia (con certificación Passivhaus Institut) que asegura la calidad del aire y aporta un gran confort térmico y ahorro de energía. Con este sistema conseguimos que se puedan eliminar los sistemas de calefacción tradicionales.